El sí de las niñas.

Título: El sí de las niñas.

Autor: Leandro Fernández de Moratín.

Editorial: Espasa-Calpe, Brosquil, Castalia, Ediciones Cátedra.

Año: Escrita en 1801 y estrenada por primera vez en 1806.

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Valoración personal: 
 

Comentarios: Se trata de una comedia que nos habla de un problema muy común en un pasado no tan remoto: los matrimonios por conveniencia. Poco o nada tenían que decidir las jóvenes de aquellas épocas cuando sus padres les señalaban con el dedo el hombre con el que debían compartir el resto de su vida. Ya fuera por posición, dinero o compromisos previos, no importaba si el futuro marido era mucho más mayor o si jamás se habían visto, la mujer tenía que aceptarle de buena gana y estar dispuesta a compartir su vida con un extraño con la mejor de las sonrisas. ¿Y el amor? ¡Bah! Qué importaba eso...

Actualmente, en el mundo occidental (que, por desgracia, no podemos decir lo mismo que ocurra en otras culturas) ya no tenemos que sufrir semejantes destinos y con esta comedia Leandro Fernández de Moratín comienza a sembrar la semilla de la duda en la aceptación sin preguntas de la autoridad paterna en los quehaceres del amor. Y esto lo hace envuelto en un marco cómico donde los espectadores de la obra reirán con los enredos y situaciones extremas que un matrimonio de conveniencia no aceptado crea en un par de alocados jóvenes que se aman.

La acción transcurre en una posada de Alcalá de Henares (¡ni más ni menos!) y la protagonista femenina, Doña Paquita, es obligada por su madre a casarse con un adinerado y entrado en años caballero, llamado Don Diego. Lo que ellos no esperan es la conducta de Don Carlos, sobrino del nombrado caballero, que cae rendido de amor a los pies de Doña Paquita y no desiste en sus intentos de conseguirla, arrebatándosela así a su buen tío.

Es una obra fácil de leer y provista de un humor sencillo que te arranca una sonrisa a cada paso de los protagonistas. No he podido aún disfrutarla sobre un escenario y, la verdad, ¡me encantaría! A parte de lo cómico de la situación no hay que olvidar lo que esta obra significa para la libertad de las mujeres en una época como era el año 1800. Moratín nos susurra a través de la comicidad de sus personajes lo poco acertado que es anteponer la autoridad paterna y tradicional al verdadero amor y felicidad de toda una vida.

¡Gracias por leerme!