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sábado, 1 de agosto de 2009

Philadelphia

Título: Philadelphia.

Autor: Christopher Davis.

Editorial: Plaza&Janes, Orbis-fabri.

Año: 1995.

Adaptación cinematográfica:








Título: Philadelphia. 
Director: Jonathan Demme. 
Reparto: Tom Hanks, Denzel Washintong, Joanne Woodwar, Antonio Banderas. 
Nacionalidad: USA (1993).


Valoración personal:

Comentarios: Al inicio de la década de los 90 surgió una preocupación mundial hacia una enfermedad hasta ahora casi desconocida, mortal, incurable y rodeada de un misterio y una desinformación que hacían que cada día fuesen surgiendo nuevas víctimas. Estoy hablando del SIDA, esta horrible plaga que nos persigue hasta hoy sin que exista cura para ella y habiéndose convertido en la gran "peste" del siglo XX. En la actualidad es mucha la información que se dispone sobre esta enfermedad; como se contagia, distintos grados de desarrollo, como evitarla, etc. Hace 20 años no era así y cada día se oían distintas versiones sobre el virus VIH y su contagio, convirtiendo a los enfermos que la padecían en discriminados de la sociedad y personas "non gratas" haya donde fuesen, incluso niños a los que se prohibía la entrada al colegio y se les negaba su derecho a una educación por estar enfermos...Si hubiésemos vivido el SIDA en el siglo XIV a los enfermos se les hubiese encerrado, mortificado o asesinado sin piedad. Las leyes actuales evitaron tales tragedias cuando se comenzó a saber más sobre la enfermedad, pero aún así se cometieron injustificables actos de crueldad hacia las personas que contraían esta dolencia por culpa del miedo al contagio. No faltaban los que al coincidir con alguien enfermo se lavaban las manos con desesperación, acudían al médico, se ponían la mano en la boca y nariz para evitar "respirar el virus"... Lo único "seguro" que se conocía del SIDA era que se trataba de la "peste de los homosexuales", por lo que muchos lo consideraron castigo por sus actos y surgieron discriminaciones homófobas a doquier.

Infinidad de errores todos debidos a la desinformación, a los prejuicios y a la intolerancia. Este problema es el que causó asimismo una gran cantidad de contagios por no saber exactamente las vías que lo propiciaban.

Y aquí entra nuestro protagonista, Andrew Becquet, un prestigioso abogado de la ciudad de Philadelphia que, debido a dicha desinformación, contrajo el virus VIH en un cine X. A punto de ser nombrado socio de la firma de abogados para la que trabaja Andrew oculta a sus jefes su condición de enfermo de SIDA y, por supuesto, de homosexual. Pero la información es filtrada por alguien y esto conlleva al despido de Andrew tras un burdo montaje para descalificarle como abogado. Andrew no se rinde y, cada vez más enfermo, busca la ayuda de un letrado que le represente para demandar a la firma por despido discriminatorio.

Increíble novela que ahonda aún más en la trágica historia de Andrew Becquet. He de decir que el libro fue escrito después de la película pero aún así es fantástico. Lloras hasta quedar exhausta y te enamoras de los personajes con una facilidad pasmosa. El amor que hay entre Andrew y Miguel es fascinante y te hace emocionar a cada página. Es mucho más intenso que en la película y el personaje de Miguel tiene mucho más protagonismo. Intuyo que algo tendrá que ver la censura en todo esto...

Recomiendo la lectura de este libro a todos los intolerantes que definen a una persona tan sólo a través de su condición, ya sea sexual, social, cultural... Lean la novela señores, desenfúndense sus trajes confeccionados con retales de prejuicios y cálcense la maltratada piel de Andrew. Métanse en su mente, en sus sentimientos, en sus miedos, en su final... Háganlo, si son capaces de ello, y cambiarán su forma de ver muchas cosas.

¡Gracias por leerme!

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