Nube de Tormenta

Título: Nube de Tormenta.

Autor: Mary O´Hara.

Editorial: Plaza&Janes, Círculo de lectores.

Año: 1943

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Bibliografía Mary O´Hara:
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Valoración personal:

Comentarios: Segunda parte de la maravillosa "Mi amiga Flicka". Esta vez no se hizo esperar y en cuanto terminé la lectura de su predecesor, comencé con "Nube de tormenta". La autora continúa en la misma línea que en la anterior entrega, presentándonos un Kenni más adulto, maduro y responsable que vive emocionado el parto de su yegua. ¡Qué felicidad cuando comprueba que se trata de un potrillo macho! Por fin podrá hacer realidad su sueño de ser dueño de un caballo de carreras. Rápidamente piensa en un nombre para el recién nacido. Ha de ser sonoro, atractivo, ganador...¡Thunderhead! Es perfecto, con un nombre así no puede perder. Kenni está feliz y quiere compartirlo con todos. Pero, como no podía ser de otra forma, la felicidad del chico queda aparcada en el rincón más oscuro, lúgubre e inaccesible de su corazón al presentar oficialmente a su potrillo a toda su familia. Inmediatamente su madre le cambia el nombre y le bautiza con el de Goblin (que significa duende en español) y todos se ríen de él. ¿Cómo puede ganar una carrera un caballo que parece un duende? Kenni no se rendirá y luchará junta a Flicka y Thunderhead para conseguir demostrar a todos que están equivocados.

¡Cuánto he sufrido leyendo estos libros! Mary O´Hara me acuchilló el alma con la historia de Flicka y Kenni y ahora me ha rematado del todo añadiendo al cabezota Thunderhead al paquete. ¡Qué perversa! ¡Qué manera tan atroz de hacerte amar a unos personajes, de hacerte sufrir por ellos, de reventar de felicidad con sus logros y de llorar desconsolada con sus fracasos! Espero que esta señora tenga muy en cuenta, allá dónde esté, que ha "jugado" con los sentimientos de muchos niños (y otros no tan niños), los ha "martirizado" con sus palabras, los ha "torturado" con su lacrimógena historia y, lo más importante, los ha hecho SENTIR, en mayúsculas. Gracias por este bonito cuento sobre un niño y su caballo... ¡Hasta siempre Mary!

¡Gracias por leerme!