Los felices Hollister.

Título: Los felices Hollister.

Autor: Jerry West. Seudónimo de Andrew E. Svenson. 

Editorial: Toray.

Año: 1979.

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Bibliografía Jerry West.
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Valoración personal:

Comentarios: He de pedir disculpas por no haber nombrado con anterioridad en el blog a la persona que más ha influido en mí durante mi corta vida como lectora; mi profesor de literatura durante mis años escolares: Pablo. Este fantástico lector intentó durante cada curso transmitir a sus alumnos el amor por los libros. No sé a cuantos conquistaría pero desde luego a mi si. Su idea era que cada uno aportásemos un granito de arena para poder formar una montaña. Así, cada alumno llevaba al principio del curso un libro del autor, tema y grosor que quisiera, de forma que, rotando, todos leyésemos el libro que había traído cada uno de nuestros compañeros.

Por esta vía leí muy buenas novelas juveniles, una de ellas la que ahora me ocupa: "Los felices Hollister". Se trata de una saga de libros que narra las aventuras de la intrépida familia Hollister. En cada libro se enfrentan a peligros, misterios y problemas que resuelven siempre fantásticamente. Es muy del estilo de las novelas de "Los cinco" de Enid Blyton, aunque yo siempre fui más fan de los Hollister que de ellos. Hoy en día están un poco obsoletos, pero merece la pena releerlos si los disfrutaste en tu infancia.

Como nos pasa a muchos, la nostalgia me hizo recorrer en algunas ocasiones librerías viejas o ferias de libros antiguos en busca de Los Hollister, en la misma edición que había leído. ¡Y los encontré! En la feria del libro antiguo de Madrid por fin pude comprarme unos cuantos, de color naranja, viejos y gastados, con nombres escritos en sus contraportadas de niños que algún día también disfrutaron de su historia. La magia de poseer parte de la colección me hizo retroceder hacia atrás y acordarme de Pablo, mi profesor. Así que desde aquí y si por esas fantásticas casualidades del destino que en ocasiones se dan, mi antiguo profe de literatura me leyese, le doy las GRACIAS en mayúscula que no le di cuando era estudiante, por esas cosas de la adolescencia..., por abrirme las puertas al fantástico mundo que sólo un libro te puede dar.

¡Gracias por leerme!