Casadas, monjas, rameras y brujas.

Título: Casadas, monjas, rameras y brujas.
La olvidada historia de la mujer española en el Renacimiento.

Autor: Manuel Fernández Álvarez.

Editorial: Espasa-Calpe.

Año: 2002.


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Valoración personal:

Comentarios: Del autor de "Juana la loca", nos llega esta interesante obra en la que nos adentramos en la vida de aquellas mujeres que existieron en la época directamente posterior a la Edad Media, el Renacimiento. Pocas opciones tenían estas mujeres para poder decidir el rumbo de su destino, más concretamente dos, dentro de la "decencia" claro.

La primera era el matrimonio. En él se veían inmersas a muy temprana edad y, en infinidad de ocasiones, con un hombre mucho mayor, con un desconocido o un familiar, alguien a quien no amaban y el que, muy a menudo, abusaba de su autoritario poder como cabeza de familia siendo muchas de ellas maltratadas a diario. Debían callar y soportar aquella situación pues el marido disfrutaba de total impunidad a ojos del mundo y de Dios.

La segunda opción era la vida monástica. Aunque pueda parecer un paraíso comparada con el infierno que suponía el matrimonio, la vida de las monjas del Renacimiento se cernía en torno al rezo, la pobreza y el sacrificio. Lo más terrible era que la gran mayoría de aquellas religiosas no tenían vocación y se veían obligadas a vivir en oración hasta su muerte.

Por supuesto, también existían otras opciones menos "honradas". Alejadas de estos dos roles estaban las rameras, las criadas, las esclavas y las brujas, cuyos destinos estaban sellados en la fatalidad desde que optaban por virar hacia esos rumbos en sus vidas.

En este fantástico libro el historiador Manuel Fernández Álvarez nos hace agradecer a todas la mujeres el haber tenido la buena estrella de nacer en el glorioso siglo XX. Aunque aún nos queda mucho por andar, al menos ahora se nos concede la opción de alzar la voz y hablar sobre el derecho a tener derechos. Somos privilegiadas y nuestras nietas lo serán aún más. Poco a poco conseguiremos desprendernos por completo de la etiqueta que aún nos cuelga agarrada con uñas y dientes desde los tiempos en que ser mujer era poco más que ser una muda esclava desde el mismo momento de venir al mundo.

¡Gracias por leerme!